A lo largo del ciclo vital el ser humano debe enfrentar una serie de circunstancias que conducen a separaciones y pérdidas, esta es una dinámica universal y constitutiva de la vida "relación y separación no se excluyen, sino que se buscan. Quien es capaz de encontrar, sabrá también separarse, al igual que la separación es el prerrequisito de todo encuentro" S. Spinsanti. Cada día la persona se enfrenta a situaciones de pérdida que generan cambios, estos cambios le permiten abrirse a nuevos formas de ser, a nuevas relaciones, a nuevas experiencias. Muchas pérdidas pasan inadvertidas otras dejan huellas unas grandes, otras pequeñas, el crecimiento de una persona esta ligado a su capacidad para afrontar de manera constructiva las pérdidas a las que se enfrenta en la cotidianidad de su vida.
Las pequeñas pérdidas, preparan a la persona para afrontar pérdidas más significativas que afectan su funcionamiento normal y desencadenan un proceso psicológico de adaptación, este proceso se llama DUELO. El proceso evolutivo de la persona atraviesa por diferentes etapas: infancia, niñez, adolescencia, juventud, edad adulta, vejez y muerte. Durante estas etapas la persona realiza tareas especificas de desarrollo y a la vez experimenta acontecimientos críticos que facilitan el paso de una etapa a otra y durante estas transiciones la persona elabora duelos, el matrimonio por ejemplo marca el inicio de una nueva vida y sin embargo, nace de una separación la pareja deja a sus respectivas familias para formar una nueva, igualmente hay la pérdida de una forma de libertad y de un estilo de vida.
La jubilación representa otra fase critica en la vida de la persona, la imagen que tiene la mayoría de las personas de sí mismas esta relacionada mas con el hacer que con el ser. El trabajo define a la persona, le da estatus, le define un rol en la sociedad en su familia y le permite organizar el tiempo y su vida misma. Cuando llega el momento de la jubilación muchas personas ven derrumbarse su autoimagen y su vida se desorganiza, entonces se elaboran un duelo.
La adecuada elaboración de estos duelos le permite al individuo adaptarse a las nuevas situaciones y cambios que se generan luego de una pérdida importante y van facilitando mecanismos psicológicos para enfrentar la separación más difícil de enfrentar la muerte. De todas las separaciones esta es la más temida, sea porque es uno mismo quien tiene que enfrentarla o ser querido quien nos deja. El duelo por pérdida de un ser querido genera en los sobrevivientes una gran crisis caracterizada por sentimientos y pensamientos confusos y gran sufrimiento. Las dos características principales que diferencian al duelo por muerte de un ser querido del duelo por otro tipo de perdida son:
- La intensidad de los sentimientos: la reacción por la muerte de un ser querido es más profunda y prolongada en el tiempo, de 2 a 3 años aproximadamente;
- Lo definitivo de la pérdida: la muerte concluye de forma definitiva la experiencia de contacto directo con la persona que ha fallecido, en otro tipo de pérdida queda la posibilidad de recuperar lo perdido.
El duelo como dinámica humana posee otras características. Es inevitable: ser sanos psicológicamente hablando implica estar constantemente elaborando duelos. Si una constante para el crecimiento es el cambio, y este no puede darse sin separaciones y toda separación genera reacciones entre las cuales esta el duelo, esto permite concluir que el duelo es una dimensión necesaria en al vida. El duelo conlleva sufrimiento y lo más sano para la persona que se encuentra en proceso de elaboración de duelo es la expresión de ese sufrimiento así como la aceptación y comprensión de las emociones vivenciadas y la necesidad de apoyarse en la red social conformada por la familia, los amigos, las creencias espirituales, personas especializadas, etc.
